jueves, 23 de octubre de 2008

Testimonio de Torre Fuerte

Alvaro López, Heriberto y Héctor Hermosillo

martes, 21 de octubre de 2008

Leo Dan

Cuando yo triunfé estaba muy feliz porque ganaba mucho dinero y pensaba que eso era lo más hermoso que me había ocurrido, en mis comienzos precisamente. En 1965-66, fui llamado a un cursillo de cristiandad. Ahí conocí la gracia del Señor. Me acuerdo que yo me negué luego porque ese cursillo era viernes, sábado y domingo. Y dije: no, yo no puedo ir, porque son los días que más produzco. El Señor después me tuvo dos años sin trabajar, me llevó a España con lo justo, y a veces había que juntar las monedas para poder comer, pero Él me desarmó y me volvió a armar. Desde ese día el Señor ha estado siempre con nosotros, ha fortalecido mi matrimonio.
“Yo quisiera contagiar a la gente, para que acepte a Jesús como su Salvador, porque el Señor no descuida a sus hijos. Así estés en el barro, el Señor te va a levantar, así estés en las perdiciones, el Señor te va a rescatar. Así estés en la cárcel, el Señor te va a levantar, y si estás enfermo siempre vas a ser un ejemplo porque trabajas para Dios”. Por lo general se piensa que los que aceptan a Jesucristo como su Salvador personal son personas que han fracasado en la vida, les ha ido mal, o están en un hospital con una grave enfermedad, o bien en situación de extrema angustia, sin embargo, tengo delante de mí a un hombre lleno de fama, nombre, prestigio, que buscó a Jesús Explíquenos, ¿cómo fue esto? Es muy fácil. Yo pensaba que yo lo tenía todo; materialmente tenía éxito, fama, juventud, pero llegaba un momento en que uno está solo y nadie te puede llenar esa soledad sino Jesucristo. Ahora, que seguir a Cristo no es fácil; significa sacrificio, significa muchas cosas, aceptar la cruz y cargarla. Yo me maravillo porque, por ejemplo, no es que queremos un hotel de primera, y la gente nos da un hotel de primera. Llegamos a un lado, digo yo soy Leo Dan, y como que la gente responde a algo y todo eso es obra de Dios, porque Dios a sus hijos los quiere como cualquier padre. Creo que nuestro Padre es bondadoso en ese sentido y quiere que nosotros nos sintamos favorecidos de Dios, porque la religiosidad es la actitud de aquellos que sólo dan vuelta a la cruz, pero Cristo nos invita a tomar la cruz, y aceptar a Cristo y seguirlo es ayudar a los demás, al prójimo, sentirse útil.
Cuando no quise aceptar el llamado, el Señor me pegó un golpecito, un jalón de oreja de dos años. Ser popular y ser cristiano en un mundo sofisticado, de mucho ego, galán buscado por las muchachas... ¿cómo manejó estas situaciones? Al principio era el ego, como dices, que yo era el ganador, y lo interesante y maravilloso que a mí me sucedió es que todas aquellas muchachas bonitas que venían a mí, venían a pedirme consejos. O sea que venían a decir que el novio, que esto, que papá. En vez de ser un galán me convertí en un consejero, y parece que era bueno porque muchas se casaron, muchas que no podían tener hijos, hoy los tienen por orar, por creer en la Palabra. El Señor lo solucionó de la forma más linda, con la verdad, con la justicia Quiso sólo hacerle canciones a Jesús Leo quiso abandonar todas las canciones de corte popular, pero confiesa que hace siete u ocho años, “cuando empecé a predicar la Palabra recibí un mensaje en Ecuador. Era del Señor Jesucristo a través de una profetiza: “Tú eres uno de mis elegidos, utiliza tus canciones para conquistar almas para el Señor”. De ahí comencé a predicar la Palabra, en los lugares donde Dios me mandó, que son las discotecas, donde la gente va a lanzarse sus traguitos, que no es malo, lo malo es cuando se abusa.
Todo, lo máximo. Lo más hermoso que me ha pasado en la vida es haber conocido a Jesucristo y haberlo aceptado como mi Salvador.
La gente es pobre vive en miseria porque no acepta a Jesucristo como su Salvador. La gente cree que (Dios) le va a solucionar los problemas en el sentido como ellos lo ven. Pero hay que tener conocimiento de la Palabra. Mira a los pastores, a la gente que predica la Palabra, que están con Dios y trabajan para Dios: no les falta nada, es más, lo único sí que los pone tristes es cuando ven que la gente llega a la iglesia por estar enamorada del pastor o lo perciben como algo mágico. No, así no, hay que ir a escuchar la Palabra y aplicarla A veces la gente cree que porque tiene un hotel, una empresa, un vehículo, dice: mira Dios como ha sido conmigo. No, no es así. La felicidad es otra: la felicidad es que tus hijos no se enfermen, que tengan para comer, que se puedan educar. La felicidad es que te sientas bien sano, que puedas dormir sin decir: ¡Uy!, le debo a éste, y tengo que estar huyendo, que esto y lo otro. Por eso digo, si tú tienes conocimiento de Dios, difícil es que vayas a perecer. La Palabra dice: mi pueblo perece por falta de conocimiento. Así que si estamos pobres, enfermos, en la miseria es por falta de conocimiento, porque quien conoce a Jesucristo, una nueva criatura es, y todos tus pecados te son perdonados. Leo recita el texto bíblico: Jeremías 33: 3 “Clama a mí que yo te responderé y te enseñaré cosas grandes que tú no conoces”.
Mi relación es directamente con Dios, a través de Jesucristo. Predico a Cristo como el único Camino, la única Verdad y en quien reside la Vida, y que nadie viene al Padre sino es por intermedio de Él. Pero debemos amar a nuestros hermanos, como hijos de un solo Dios, y tenemos que contagiarlos con Jesucristo, porque no hay otra forma de llegar a Dios.

lunes, 20 de octubre de 2008

Roxette

A 3 años de que la cantante Marie Fredriksson, la voz femenina del famoso grupo de música pop "Roxette", declarara públicamente su fe y su nueva relación con Dios luego de muchos años de indiferencia y falta de fe, esta vez sorprende con una nueva canción, "Hometown" ("Mi primer hogar"), cuya letra es una poderosa declaración de entrega y de reconciliación con Dios."Hometown" forma parte del álbum editado por su esposo Mikael Bolyos cuyo primer single " When The Lord Is About To Come" ("Cuando el Señor esta por venir") fue la primera canción que dio a conocer un disco que tal vez muchos no imaginaban conocer. La ex-vocalista de Roxette comenzó su acercamiento a Dios un tiempo atrás cuando tristemente estuvo al borde de la muerte.
Todo comenzó cuando a la cantante se le diagnosticó un pequeño tumor cerebral, luego de una caída en su casa en septiembre de 2002. Dicho tumor tuvo que ser operado. La noticia impactó en gran manera a todo el entorno de la música, todos los diarios del mundo dieron esa triste noticia que conmovió a la gran base de fans que Roxette posee en todo el mundo. Meses después, los médicos descubrieron que se trataba de un tumor maligno, y que Marie tenía cáncer en su cerebro. Rápidamente fue internada y así comenzó un largo y duro tratamiento de más de dos años. Pero como dijo Marie, Dios se acordó de ella y así le concedió una "Segunda oportunidad". Este 2007, Marie vuelve a reafirmar su fe de la mano de "Hometown", canción en la que Marie declara:"Solo hay Un camino para conocer, y que aunque muchos no lo van a poder entender, tenemos que todos volver a nuestra primera casa, nuestro verdadero hogar, que es Dios nuestro Señor. !Solo El pudo hacer el milagro de cambiar el agua en vino!", también en esta canción Marie afirma ese milagro que Jesús hizo en su vida cuando la rescató de la muerte y de las garras del cáncer. Esta es parte de la letra traducida:
Mi verdadero hogar (Hometown)
Ir de regreso a mi primer hogar,
Es cambiar por completo la dirección en que voy.
Han pasado muchos años desde que te vi, Dios,
¿ Te podré conocer ?¿ Todavía Eres mi amigo ?
Ir de regreso a mi primer hogar,
es hacer que muchos no lo entiendan y se enojen.
Ha pasado tanto tiempo,que no se que encontraré,
regresando a mi primer hogar.
Yo sabía cuando te dejaba,
que no íbamos a conversar por un tiempo,
pero Dios, ! como Te extrañaba!

Yuri cuenta su vida

Alice Cooper: Del infierno al cielo

Le ha visto las orejas al diablo. Y Alice Cooper, el rockero que dejaba sueltas serpientes pitones sobre el escenario y guillotinaba gallinas durante sus conciertos, acude ahora a una apacible iglesia evangélica. El músico de Detroit, de 52 años, ha hecho una confesión en la revista de música cristiana «Hard Music Magazine» (www.hmmagazine.com) que habría sido difícil de creer hace pocos meses. «Ser cristiano es algo en lo que vas progresando, es una dinámica en movimiento. Uno va aprendiendo. Uno va a su estudio bíblico. Uno debe orar», ha asegurado. Los viejos rockeros nunca mueren. Pero, con el tiempo, algunos se convierten.
Las letras de las canciones de Alice Cooper hablaban de necrofilia, violencia, sexo, alcohol y drogas. Ahora quiere dedicar su vida «a seguir a Jesucristo». La razón del cambio radical la ha explicado el propio Cooper. Cuando el alcoholismo estuvo a punto de arruinar su vida y su matrimonio, su esposa Sheryl le llevó a un templo evangélico en el que el pastor «lanzó un sermón incendiario sobre el infierno». El religioso despertó en el controvertido músico «las ganas de no querer ir al infierno», y las olvidadas oraciones y creencias de su infancia recuperaron protagonismo en su vida.Una bruja del siglo XVIICiertamente, la predicación del pastor evangélico debió de ser estremecedora para conmover las fibras del curtido rockero. Vincent Furnier tomó prestado el nombre «Alice Cooper» de una hechicera del siglo XVII que murió en la caza de brujas de Salem. Su rodaje como rockero comenzó pronto, en la escuela de secundaria. Pero su grupo, Earwings, no quedó como uno más de tantos grupos rockeros de adolescentes. Encarnó la primera camada de heavy metal junto a Deep Purple, Ozzy Osbourne y Black Sabath. Fue pionero del shock rock, codo con codo con grupos como Kiss, Twisted Sisters y el cantante satánico Marilyn Manson.Sus conciertos no eran precisamente un recital de delicadeza y buen gusto. Cooper los solía terminar destrozando a golpes de hacha muñecos que guardaban un gran parecido con bebés, y aparecía sobre el escenario con un espeso maquillaje negro que chorreaba desde sus ojos hasta la boca, lo que le confería un aspecto diabólico. La multitud enfervorecida que acudía a sus recitales le respetaba y escuchaba sus consejos como venidos del gran gurú espiritual del heavy metal.Ahora sigue dando consejos, pero desde el polo opuesto. «No quiero convertirme en una celebridad cristiana», ha asegurado en «Hard Music Magazine», porque «es muy fácil concentrarse en Alice Cooper y no en Cristo. Yo soy un cantante de rock. No soy nada más que eso. No soy un filósofo. Me considero muy abajo en la escala de cristianos conocedores. Así que no busques respuestas en mí». «Yo era una cosa antes. Ahora soy algo completamente nuevo. No juzguen a Alice por lo que solía ser. Alaben a Dios por lo que soy ahora», sentencia el rockero en la entrevista.Su temor a la condena le ha llevado a cambiar también su punto de vista sobre el diablo. «Yo quiero decir: ¡Tengan cuidado! Satanás no es un mito; no vayan por ahí creyendo que Satán es una broma», advierte.
La relevancia del músico queda patente al comprobar sus cifras de ventas: nada menos que 50 millones de copias vendidas de sus veintiún álbumes en más de treinta años de carrera. En 1971, «Eighteen» fue su primer single en entrar en la lista top norteamericana. Pero su verdadero boom llegó un año después, con su tema y disco «School´s out», un album que sembró la polémica y que se situó entre los diez más vendidos de ese año.Cooper sigue activo, haciendo realidad el aforismo que propugna la inmortalidad de los viejos rockeros. En marzo del pasado año actuó en Barcelona y Madrid, llenando el polideportivo Vall d´Hebrón y la sala La Riviera. Con frecuencia acude a programas de televisión en Estados Unidos; juega al golf con famosos en Hollywood y gestiona su rentable restaurante «Coopers Town». Y entre patt y patt, acude a la iglesia a orar al Señor.

Juan Luis Guerra